

EL CASO DE HUEBNER
En el S.XVIII en Hungría, concretamente en 1725, se produjeron muertes de animales y personas, sin razón aparente cerca de un cementerio. Las víctimas quedaban en un estado horrible, aparentemente estranguladas, por lo que el criminal podría ser un ser con mucha fuerza. En ese cementerio se encontraba enterrado Stephen Huebner, considerado el vampiro de Trutnov, quien había sido un hombre alto y fuerte por lo que todo apuntaba a que era este el culpable de esas muertes.
El caso fue puesto en manos de las autoridades y se procedió a exhumar el cadáver de Huebner después de llevar dos años enterrado. Al abrirlo, descubrieron que el cuerpo presentaba marcas del vampirismo y no se encontraba en estado de descomposición. El verdugo decapitó al cadáver y los restos fueron quemados. También se exhumaron y quemaron los cuerpos de las tumbas cercanas a las de Huebner y se enterraron de nuevo las cenizas. De esta manera, los crímenes disminuyeron por completo.